4.8 Estrategias de Sustentabilidad: Escenario Económico
El Análisis del
Ciclo de Vida (ACV) es un marco metodológico para estimar y evaluar los
impactos medioambientales atribuibles a un producto o servicio durante todas
las etapas de su vida.
Sabemos que todas las
actividades o procesos provocan impactos medioambientales, consumen recursos,
emiten sustancias al medio ambiente y generan otras modificaciones ambientales
durante su vida. Nos interesa, por tanto, valorar los impactos en Medio
Ambiente que influyen en el cambio climático, la reducción de la capa de ozono,
la generación de ozono, eutrofización, acidificación y otras muchas.
La herramienta del
Análisis del Ciclo de Vida fue desarrolla en los años sesenta y es utilizada
para la prevención de la polución desde los setenta. Podemos decir que no
existen procedimientos específicos o guías a seguir, pero si una serie de
aproximaciones que pueden ser útiles en función de las necesidades a resolver
por medio de esta metodología.
El principio básico de la
herramienta es la identificación y descripción de todas las etapas del ciclo de
vida de los productos, desde la extracción y retratamiento de las materias
primas, la producción, la distribución y uso del producto final hasta su
posible reutilización, reciclaje o deshecho del producto.
Huella ecológica: es un
indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de
los recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la
capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.
Representa el área de
tierra o agua ecológicamente productivos (cultivos, pastos, bosques o
ecosistemas acuáticos) e idealmente también el volumen de aire, necesarios para
generar recursos y además para asimilar los residuos producidos por cada
población determinada de acuerdo a su modo de vida, de forma indefinida. La
medida puede realizarse a diferentes escalas: individuo (la huella ecológica de
una persona), poblaciones (la huella ecológica de una ciudad, de una región, de
un país...), comunidades (la huella ecológica de las sociedades agrícolas, de
las sociedades industrializadas, etc.).
El objetivo fundamental
de calcular las huellas ecológicas consiste en evaluar el impacto sobre el
planeta de un determinado modo o forma de vida y, compararlo con la
biocapacidad del planeta. Consecuentemente es un indicador clave para la
sostenibilidad.
4.8.2
Empresas socialmente responsables
La Empresa Socialmente
Responsable (ESR) son todas aquellas compañías que tienen una contribución
activa y voluntaria para mejorar el entorno social, económico y ambiental, con
el objetivo de optimizar su situación competitiva y su valor añadido. También
se les reconoce como empresas con Responsabilidad Social Empresarial (RSE) o
Responsabilidad Social Corporativa (RSC)
Ser una Empresa
Socialmente Responsable “ESR” es aquella que fundamente su visión y compromiso
en políticas, programas, toma de decisiones y acciones que benefician a su
negocio y que inciden positivamente en la gente, el medio ambiente y las
comunidades en que operan, más allá de sus obligaciones, atendiendo sus
expectativas.
Una Empresa Socialmente
Responsable es la que cumple con un conjunto de normas y principios referentes
a la realidad social, económica y ambiental que se basa en valores, que le
ayudan a ser más productiva. Una Empresa Socialmente Responsable establece como
principales estándares en su cultura organizacional, la ética, la moral, y todo
lo que se refiere a valores.
Lo que realmente debe
entenderse que ser una ESR lleva tiempo y, sobre todo, un esfuerzo constante a
largo plazo. Comprometerse con la responsabilidad social empresarial (RSE) no
significa implementarla un par de años y, más tarde, olvidarse de ella. Tanto
los programas diseñados como la comunicación de RSE tienen que estar pensados
para crear un impacto positivo y duradero en las comunidades, ciudades y
países.
Existe un marco de
trabajo creado por Business in the Community –una organización del príncipe
Carlos en Inglaterra– que orienta a las empresas y, de esta forma, sepan qué
prácticas responsables necesitan instaurar en sus operaciones cotidianas.
Cuando se comienzan a
diseñar programas de responsabilidad social, es necesario tomar en cuenta a la
compañía como un todo y no enfocar la RSE únicamente en ciertas áreas como
Recursos Humanos o Comunicación.
Los valores y propósitos
de la RSE deben reflejarse en cada práctica y operación que realices, guiando
siempre con transparencia y ética las decisiones que se tomen en tu negocio,
sin importar si las toma un colaborador en un puesto menor, de primera línea o
un director.
4.8.3
Oportunidades de desarrollo regional a partir de los servicios ambientales o
los recursos naturales
En las últimas tres
décadas, nuestro país ha transitado por un proceso importante de cambios
estructurales: económicos, sociales y políticos, cuyas consecuencias sobre el
medio ambiente son complejas y aún difíciles de cuantificar con exactitud. La
evolución reciente de la economía mexicana muestra una trayectoria incierta
donde se combinan períodos de escaso crecimiento económico con otros de
recuperación económica. Por desgracia, el proceso de crecimiento económico en
México ha estado asociado a consecuencias negativas sobre el medio ambiente.
Un plan maestro que responde
a aquellos objetivos es el pago por servicios ambientales. La FAO (2004),
explica que "es un pago o compensación directo por el mantenimiento o
provisión de un servicio ambiental, por parte de los usuarios del servicio, el
cual se destina a los proveedores". Y luego agrega que "puede ser un
mecanismo sostenible a largo plazo si éste se genera a partir de recursos
locales, partiendo de resolver un problema concreto de la población. Uno de los
aportes de los PSA es contribuir a la solución de conflictos a través de la
negociación entre los agentes".
El patrón de desarrollo
urbano que ha seguido el país desde 1940 se caracteriza por áreas
metropolitanas especializadas en actividades del sector servicios, en tanto que
las zonas conurbadas —o ciudades cercanas a la metrópoli— concentran las
actividades industriales y presentan tasas elevadas de crecimiento en su
población, debido a la emigración hacia las zonas urbanas (Henderson, 2000).
Sin embargo, actualmente las actividades agropecuarias siguen siendo
importantes en 15 estados de la república mexicana (47% de las entidades).
Por
otra parte, el crecimiento de las áreas urbanas ha modificado los patrones de
demanda en favor de los sectores de servicios y manufacturas, que propician la
diversificación de bienes y servicios en el mercado. En efecto, el proceso de
urbanización generó un aumento en el consumo de productos de origen cárnico, lo
cual ha llevado a que una gran parte de la producción de maíz se destine al
forraje (Massieu y Lechuga, 2002). De hecho, la producción de maíz forrajero en
superficie de riego se incrementó a una tasa de 7% anual de 1994 a 2004; en
tanto que, en la superficie de temporal, el crecimiento fue de 8% anual. Este
tipo de maíz representó 31% de la producción total en 2004, en tanto que en
1994 representaba 20 por ciento.
https://ronaldotdiaz.blogspot.com/2017/12/483oportunidades-de-desarrollo-regional.html
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